The Capuccino Girl

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martes, 22 de abril de 2014

El porta retratos.



Tengo un porta retrato vacío en mi habitación. Es el porta retrato más triste de la historia. Cada día me despierto y es lo primero que veo desde la comodidad de mi cama, con mi cabeza en la almohada; ahí está :solito, esperando con el cristal vacío sin ninguna fotografía en él desde que lo compré hace casi 4 años.
Untitled | Flickr - Photo Sharing!
 
La razón? Muy simple, desde que lo desempaqué decidí que ese sencillísimo porta retrato tendría la fotografía de un momento muy especial. Esa foto que de manera silenciosa cuenta una historia, en la que detrás de ella se esconde un misterio que sólo uno conoce. Al principio, pensé en poner la foto de mi chico favorito conmigo, pero después me di cuenta de que desde la fecha en que nos tomamos la foto hasta hoy, había un mundo de diferencia. Habíamos cambiado demasiado y aunque el amor no se acabó, la foto ya no nos representaba; era un recuerdo de algo que había sido y de una historia que había terminado con mi niñez y su adolescencia.
Hayes and Sky
 

Después pensé en poner una foto con mis padres. Pero honestamente, no era mi opción favorita. No porque no los quiera, sino por que casi no hay fotos donde estemos todos juntos y casi no tengo recuerdos de mi niñez. Así que, ¿Por qué poner una fotografía de algo que en realidad no recuerdo?
Entonces me dije que pondría mi fotografía favorita durante mi estancia en el extranjero. En ella estoy en el solario más hermoso que he visto (nótese que no he visto muchos), rodeada de vitrales franceses, junto a una pequeña fuente de cantera en el medio del salón, mientras los rayos del sol atravesaban los cristales y la habitación se llenaba de luces de colores que iban desde el azul profundo, amarillo, morado, verde y un sinfín de tonos más. Peeero… si, también a esa foto le encontré un "pero"; me dí cuenta de que si bien la foto era linda, la realidad era que la había tomado por la belleza arquitectónica del lugar, no porque realmente representara algo de suma importancia para mi. No! Esa tampoco era la elegida!
Casa Loma - Toronto, Ontario ; 2013
 
Y así continué con mi búsqueda de la foto perfecta… que hasta ahora ha resultado total y completamente infructuosa.
Justamente ayer, mientras me encontraba en papel cenicientoso, limpiando mi habitación arduamente, volví a toparme con el famoso y solitario porta retratos. Parecía que quería decirme algo. Lo tomé entre mis manos y lo miré. Sostuvimos una conversación silenciosa. No puedo decir que fue muy agradable; pues me dijo un par de cosas bastante rudas.
Just cleaning your window.. Tch!
 
Por principio me reclamó por haberlo comprado y no darle ningún uso. Como era posible que gastara dinero en algo que no pensaba usar! Eres una derrochadora!! Así, tal cual y con todas sus letras me lo dijo. "¿En serio piensas seguir esperando por la foto perfecta, con el momento perfecto, con la historia perfecta? TONTAAAA!! De una vez de te digo que como sigas así, me voy a quedar vacío por toda mi miserable existencia. ¿Qué te crees? ¿Perfecta? Si no piensas utilizarme, entonces dóname a alguien que si tenga algo que contar."
 
 
Y así sin agregar nada más, ninguna palabra dulce o alentadora terminó su sentencia.
Me di cuenta de la tremenda razón que tenía. Aunque no por eso dejé de sentirme un tanto ofendida. Tal vez estaba siendo demasiado exigente con todo eso de la foto perfecta; lentamente lo coloqué de nuevo en su sitio y continué mi labor.
 
Cinderella
 
Llegué a la conclusión de que si no me gustaban las fotos que tengo hasta ahora, prestaría atención a los momentos en que me siento feliz, y entonces tomaría la foto; sin importarme si se trata de un paisaje, una reunión o una simple lata de refresco en el piso. Si me gusta y me hace feliz, se va al porta retratos.
Por el momento, he decidido que las primeras fotos que imprimiré y con las cuales lo alimentaré serán las siguientes:  La carita más dulce y traviesa que he visto en mis 26 años.



Y las mejores amigas que uno podría tener.
Hahah