Amo a mi mamá, en serio; pero a veces me mete en situaciones que me dejan completamente fría; como anoche.
Les cuento. Nos encontrábamos mi mamá y yo muy tranquilitas, cada quien en su sillón buscando algo interesante que ver en la televisión.
Mi mamá como, como toda matriarca que se precie; tenía en su poder el control (el de la t.v.) y comenzó a cambiar los canales. En eso, sin aviso y de la nada, nos encontramos con un programa llamado: "Sexo para adolescentes".
Justo en ese instante, mi mami (tan linda como siempre) se volteó con la rapidez de un rayo y me dijo: "¿Le cambio o quieres verlo?". Yo tengo 26 años y no sabía que aún se me consideraba adolescente.
Por un segundo me quedé de piedra y estoy segura de que puse cara de boba... pervertida; pero boba, luego con toda la naturalidad del mundo, le contesté: "No. ¿Yo para que quiero verlo?"
Mi adorada madre, entonces continuó su recorrido de canales sin la menor muestra de vergüenza por su pregunta. Mientras yo seguía analizando la situación. Por que en el dado caso de que hubiera querido verlo y con todo lo que amo a mi madre, me resulta un poco incómodo ponerme a ver un programa así con ella juntito.
Moraleja:
Si alguna vez les sucede una situación parecida, primero: intenten recordar su edad (igual y si son adolescentes, les conviene ver el programita ese), segundo: si es su mamá quien les pregunta ¡CUIDADO!, puede ser una trampa, tercero: intenten mantener la calma y contestar lo más natural posible sin dejar salir la carcajada que seguro traen atorada en la garganta y por último: cuéntenselo a quien más confianza le tengan.
¡Te quiero ma'!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Pueden dejar sus comentarios